Salimos de La Isla para ver el debut del supergrupo en Teatro Flores y esta es nuestra reseña
Buen gusto x 3
Si el surgimiento de The Winery Dogs (súpergrupo que reúne al baterista ex Dream Theater Mike Portnoy, al bajista de Mr Big y ex David Lee Roth Billy Sheehan y al ex Poison y ex Mr Big Richie Kotzen en guitarra y voz) fue una de las sorpresas más agradables de éste 2013, mucho más aún fue la llegada del power trío a Sudamérica en la primera escala de su primera gira mundial
Si el surgimiento de The Winery Dogs (súpergrupo que reúne al baterista ex Dream Theater Mike Portnoy, al bajista de Mr Big y ex David Lee Roth Billy Sheehan y al ex Poison y ex Mr Big Richie Kotzen en guitarra y voz) fue una de las sorpresas más agradables de éste 2013, mucho más aún fue la llegada del power trío a Sudamérica en la primera escala de su primera gira mundial
Si bien su autotitulado disco debut aún no tiene edición
local, la importante concurrencia que se dio cita en el local del barrio de
Flores (con gran cantidad de músicos de la escena vernácula) demostró que no era
necesario contar con el material en las bateas para presenciar una clase magistral
de virtuosismo y buen gusto.
Luego de que los legendarios Presto Vivace calentaran la
previa con su metal progresivo, minutos antes de las nueve de la noche los Winery Dogs se
adueñaron del escenario abriendo la velada con Elevate, tema que oficia también de apertura de su debut, con un sonido claro y
potente.
La propuesta de la banda se basa en un hard rock de raigambre
clásica, aunque con unas notorias influencias que van desde el blues al funk,
además de la vibra soul que le dan las logradas armonías vocales de los tres músicos
Con Criminal y We are one se hizo más evidente la propuesta
del trío: mostrar el buen gusto a la hora de la ejecución, sin perder de
vista el énfasis en el formato canción
Llama la atención ver a Portnoy con una batería de solo
cinco cuerpos, sin la parafernalia a la que nos acostumbró en Dream Theater (incluso durante su solo bromeó al respecto). La versión minimalista de este virtuoso de los parches le permitió entonces concentrarse en la base y los coros, sin dejar de
lado la comunicación con el público, una de sus principales virtudes en vivo
Por el lado de Sheehan, se lo nota con
mayor protagonismo que en sus actuaciones con Mr Big a nivel presencia escénica: juega con el público,
bromea y demuestra que puede tocar su instrumento de mil maneras inimaginables sin siquiera inmutarse
De todos modos las palmas se las lleva Kotzen, quien a pesar
de sus inicios dentro del género shred (donde la velocidad en la ejecución es lo
único que cuenta), hace tiempo que dejó de postularse como la pistola más rapida
del Oeste para concentrarse en solos repletos de feeling, además de sorprender con su exquisito registro de voz que por momentos lo acerca a un Chris Cornell más melódico y no tan estridente.
Luego del clásico Stand de Poison (interpretado en versión acústica solamente por Kotzen) llegó el punto más alto del show con la coreada Shine de Mr Big, seguida por la melódica I´m no angel
Luego de casi dos horas de concierto, el final llegó on Fooled Around And Fell In
Love, un exquisito cover de Elvin Bishop (también versionado por Rod Stewart), con Kotzen en el piano, antes del cierre
definitivo a puro groove con Desire, y la promesa firme de un próximo regreso en
breve, que todos los presentes esperamos.
@aledocarmo
Gracias a Diego Perri por su colaboración
@aledocarmo
Gracias a Diego Perri por su colaboración
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