Cuanta verdad: Vox Dei sigue presente
Con el regreso de los fundadores Yodi Godoy y Ricardo Soulé, la veterana banda volvió al ruedo en un emotivo show
Cuando todo era nada, era nada el principio, una noche de 1969 a la tríada fundadora del rock nacional (Manal, Los Gatos y Almendra) se le sumaría una cuarta, luego de que los recientemente formados Vox Dei dieran una deslumbrante actuación en un festival en el Luna Park. Y 44 años después la misma banda vuelve, esta vez en plan auto homenaje, al mismo recinto.
Y en un principio eran cuatro: Willy Quiroga, diez años mayor que el resto y ya todo un experto, guitarra en mano por las peñas folkloricas de zona sur, Ricardo Soulé, multinstrumentista y prolífico compositor, Rubén Basoalto, incansable aporreador de los parches y Juan Carlos "Yodi" Godoy, el aporte rockero que sería el primero en dejar la banda, durante las sesiones de grabación de La Biblia (1971), segundo disco del grupo y clásico incunable del rock latinoamericano.
A partir de ese momento la banda comenzaría su derrotero errático, con Soulé yendo y viniendo varias veces y Quiroga y Basoalto manteniendo firme el nombre del grupo con guitarristas rotativos. Luego de la conmoción por el fallecimiento de Basoalto en 2010 y la vuelta al ruedo musical de Godoy, la propuesta para la reunión de los tres miembros fundadores sobrevivientes no se haría esperar
Y precisamente el inicio del show -regreso fue con Total qué, el mismo tema con el que arrancaron esa mítica noche 44 años atrás. Y si bien se notaba cierta tensión en el ambiente, de a poco las cosas (al igual que el sonido) irían encontrando su cauce natural.
Compulsión y Juntando semillas en el suelo demostraron que a los 73 años Willy Quiroga se encuentra en impecable forma vocal, al igual que Ricardo Soulé (63) quien recibió la primera ovación de la noche con la gran interpretación de la balada bluseada Nunca me dirás adiós.
Con un Godoy en un segundo plano apuntalando el sonido, la banda se completó con Simón Quiroga en batería (hijo de Willy y ahijado del fallecido Basoalto), y los hijos de Ricardo: Iván en guitarra y Vicky en voces
El repertorio no incluyó solamente los dos primeros discos que grabo el cuarteto original, sino que además recorrió clásicos posteriores, como las festejadas Gata de noche, Jeremías pies de Plomo y Es una nube, no hay duda. También hubo lugar para el repaso de La Biblia, la obra que marcaría un antes y un después en el seno de la banda. Fue así que pasaron Profecías (dedicado a "las batallas que se libraron por el rock"), Génesis, Cristo (en la voz de Godoy), Libros sapienciales (con Soulé en violín) y el momento más emotivo: la invitación al escenario de Javier Basoalto, el hijo de Rubén para una potente interpretación de Las Guerras a dos baterías, que culminó con la proyección de un viejo solo del baterista original y el emocionado recuerdo de la audiencia
Llevábamos más de dos horas de show y solo quedaba tiempo para los bises: Azúcar amargo (el primer
hit), y una algo desprolija versión de Ritmo y blues con armónica y el cierre definitivo, obviamente con Presente, para una banda que, 46 años más tarde, parece nunca acabar
@aledocarmo
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